En nuestra sociedad es un hecho que cada vez hay más gente alérgica. No es un dato superfluo el hecho de que la población de alérgicos crece cada año un 2% respecto al año anterior. Existen todo tipo de alergenos, como el pescado y los crustáceos, el polen, el polvo, la humedad, el gluten y la lactosa e incluso las frutas y frutos secos.
Pero por extraño que pueda parecer, existen personas que sufren de ataques de alergia respiratoria cuando se exponen al aire acondicionado. ¿Pero esto por qué sucede? ¿Se puede ser alérgico a ello o depende de algún factor que pasamos por alto?
Es cierto que el aire acondicionado filtra todos los alérgenos que proceden del exterior. Por ello, no debería dar problemas ni producir reacciones alérgicas a las personas que sufren este tipo de problema al exponerse al polen, al polvo, a la humedad o a los ácaros. Sin embargo, existen personas que siguen mostrando síntomas pese a todo.
¿Se puede tener alergia al aire acondicionado?
Entonces, ¿cuál puede ser el problema? En realidad no existe la alergia al aire acondicionado en sí mismo, ya que el problema se encuentra en los conductos y los filtros del propio aparato. Si no realizamos un correcto mantenimiento y limpieza de estos, es probable que comiencen a desarrollarse ciertos microorganismos que pueden provocar ataques de alergia respiratoria.
Así, al encender el aire acondicionado, se expanden por toda la estancia ciertas bacterias, ácaros, hongos y esporas que terminan entrando en las vías respiratorias. Esto afecta únicamente a las personas que tienen algún tipo de alergia a estos microorganismos. Por ello, en este artículo vamos a hablar de cómo evitar la alergia al aire acondicionado o a los elementos que hacen que este pueda provocar reacciones alérgicas.
¿Qué síntomas puede producir la alergia al aire acondicionado?
Hemos dicho que una mala reacción al aire acondicionado no es una alergia en sí misma. Sino que las personas son sensibles a ciertos microorganismos que se reproducen dentro de los propios aparatos que se encargan de filtrar y distribuir el aire. ¿Pero cómo sabemos que padecemos este problema?
Existen una serie de síntomas que permiten identificar una alergia en estos casos. Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que los síntomas se producen siempre cerca de un aparato de aire acondicionado o en una sala donde hay uno de ellos instalado.
Entre estos síntomas se pueden dar irritaciones leves de las mucosas, picor nasal, estornudos, irritación de garganta, picor, escozor y enrojecimiento ocular, lo que es muy similar a la rinitis alérgica. Además, pueden aparecer otros síntomas como tos, fatiga, asma, cansancio, dolor de cabeza, malestar general e incluso fiebre. En casos de infección bacteriana, esta fiebre puede ir aumentando progresivamente y puede requerir atención sanitaria.
Se puede evitar la alergia al aire acondicionado
Si sientes que en tu vivienda, en el trabajo o en tu coche comienzas a experimentar algunos de los síntomas que hemos nombrado es fácil que se trate de este tipo de alergia. Como hemos comentado, esta suele aparecer debido a la acción de determinados microorganismos como hongos, bacterias, ácaros.
Por lo tanto, tu alergia real no es al aire acondicionado, sino a estos microorganismos y patógenos. Estos se reproducen dentro de estas instalaciones cuando no se realiza un correcto mantenimiento y limpieza de las mismas. Así que te vamos a explicar qué debes hacer para evitar que estos se reproduzcan, evitando así tus molestas reacciones alérgicas.
Así, debes asegurarte de que tu sistema de climatización tiene ciertas características, funciones y filtros para mantener unos correctos niveles de humedad en el ambiente. Además, debe tener algunas funciones de purificación del aire.
Es buena idea cambiar o limpiar de vez en cuando los filtros y los conductos del aire acondicionado cada cierto tiempo. Así se consigue limpiar la zona de hongos, ácaros y bacterias que se van acumulando dentro de los mismos por la acción de la humedad. Si realizamos un correcto mantenimiento de los mismos, evitarás reacciones alérgicas.
También se recomienda utilizar filtros hepa cuando debas cambiarlos, ya que estos sirven para atrapar prácticamente la totalidad de las partículas de polen o las esporas que tantos problemas generan en la población alérgica.
Otras precauciones adicionales
Además, puedes evitar problemas si tomas otro tipo de precauciones. Por ejemplo, manteniendo cerradas las ventanas, evitarás que entren agentes contaminantes y alérgenos que pueden causar problemas. Entre estos está el polen, el polvo, los ácaros, las esporas, la polución e incluso el pelo de algunos animales.
Otra de las maneras de tomar precauciones es evitar usar alfombras, ya que, aunque pueden resultar muy bonitas y atractivas como elemento decorativo del hogar, pueden causar alergias. Esto se debe a que sus tejidos atrapan gran cantidad de alergenos, como el polvo y los ácaros.
En los dos últimos casos, si dejas la ventana abierta o si usas alfombras mientras utilizas el aire acondicionado, corres el riesgo de distribuir los elementos alérgenos por el aire de la habitación, lo que podría causarte problemas.
Hasta aquí este artículo sobre cómo evitar la alergia al aire acondicionado. Ahora que sabes que a lo que tienes alergia a los microorganismos y que la puedes evitar cambiando los filtros periódicamente, manteniendo un correcto mantenimiento y limpieza, podrás usar el aire acondicionado sin problemas.