Durante las últimas décadas se ha hablado mucho de algunos conceptos como el calentamiento global y el cambio climático y la relación que existe entre ellos y la actividad humana. Aunque hace algunos años los científicos alertaban sobre la necesidad de reducir los Gases de Efecto Invernadero (GEI), a través de la huella de carbono, en la actualidad, los efectos del calentamiento global y del cambio climático se están agudizando y se están haciendo cada vez más notables.

Temperaturas inusualmente altas en invierno, otoños y primaveras muy calurosos y veranos extremos, en los que cada vez son más frecuentes los días en los que se superan los 40ºC, así como la sequía y la ausencia de lluvias son algunos de los efectos que estamos viviendo ya en nuestro país debido al calentamiento global y el cambio climático. Por este motivo, los gobiernos, a nivel mundial, así como muchas empresas, se están poniendo las pilas para tratar de revertir esta crisis climática reduciendo la huella de carbono.

Pero, ¿qué es la huella de carbono?

Como hemos dicho, los científicos utilizan la huella de carbono como indicador ambiental, ya que se trata del rastro de gases de efecto invernadero (GEI) que dejan las actividades humanas en la atmósfera. La huella de carbono, por lo tanto, mide las emisiones directas e indirectas de algunos compuestos, como el metano (CH4), el nitrógeno (N2O), los hidrofluorocarbonos (HFCs), los perfluorocarbonos (PFCs), el hexafluoruro de azufre (FF6) y, por descontado, el dióxido de carbono (CO2), que es el que más contribuye al calentamiento global en la actualidad. 

Aunque todo ello parece un poco abstracto, creemos que es mejor concretar los términos. Por ello, vamos a hablar de la huella de carbono personal o individual, que es la que cada ser humano genera por el simple hecho de vivir, ya que debe desplazarse, alimentarse, vestirse, comprar productos y utilizar energía eléctrica en su hogar para iluminarse o para realizar las tareas cotidianas. 

Del mismo modo, también debemos de hablar de la huella de carbono que generan las empresas, que son aquellas que se dedican a determinadas actividades que producen Gases de Efecto Invernadero (GEI), como las fábricas industriales, los transportes o las empresas energéticas. A esto nos referimos cuando decimos que la huella de carbono “es el rastro de gases de efecto invernadero que dejan las actividades humanas en la atmósfera”.

¿Cómo reducir la huella de carbono con un sistema de calefacción por aerotermia?

Aunque puede que, en un principio, no encuentres la relación entre la climatización del hogar y la huella de carbono, lo cierto es que toda actividad humana deja un rastro de estos gases de efecto invernadero en la atmósfera. El simple hecho de conectar una estufa, un ventilador, encender tu aparato de aire acondicionado, ducharnos con agua caliente o, simplemente, encender la luz cuando se hace de noche, ya genera un impacto en la atmósfera. 

Hace algunas décadas al instalar sistemas de climatización, de refrigeración o calefacción, no se tenía en cuenta la eficiencia energética de los mismos, sino que sirvieran para cumplir su función principal de una manera efectiva. En la actualidad, en cambio, la atención se está centrando en el hecho de mantener los mismos niveles de confort en el interior de los hogares, pero, al mismo tiempo, reducir el gasto energético. 

Como hemos mencionado más arriba, las empresas energéticas que nos proporcionan la energía eléctrica imprimen una huella de carbono muy grande en la atmósfera. Por este motivo, cuanta menos energía eléctrica procedente de fuentes no renovables utilicemos, nuestra huella de carbono a nivel individual será más reducida. Por ello, es importante apostar por un sistema de calefacción por aerotermia, lo que significa apostar por la utilización de fuentes de energía renovables dentro de nuestro propio hogar. 

¿Por qué la calefacción por aerotermia ayuda a reducir la huella de carbono?

Los sistemas de calefacción por aerotermia, como hemos mencionado, funcionan gracias a un tipo de energía renovable, mucho más limpia y que reduce de manera drástica la huella de carbono. De hecho, se considera que, con este tipo de sistemas de climatización, podemos reducir el consumo de energía eléctrica en torno a un 75%, por lo que se caracteriza por una alta eficiencia energética.

La razón se encuentra en que este sistema utiliza una bomba de calor reversible basada en un ciclo termodinámico que funciona gracias a la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior utilizando un líquido refrigerante, generalmente agua, que circula a través de un circuito cerrado y que sirve para obtener agua caliente sanitaria y para combinar con otros sistemas de climatización, como el aire acondicionado, los radiadores o el suelo radiante. 

Además, si combinas la instalación de aerotermia en Valencia con otro tipo de energía renovable y limpia, como la solar, a través de paneles solares fotovoltaicos, puedes reducir al máximo la huella de carbono y, prácticamente, prescindir de la energía eléctrica que procede de las grandes empresas energéticas. 

Si te preguntas ¿por qué?, te diremos que la aerotermia, sólo necesita estar conectada a una toma de corriente para proporcionar alimentación a la bomba de calor reversible, que sirve para proporcionar calefacción de aerotermia en invierno y refrigeración en verano. 

Con un único sistema de climatización, podrás disfrutar del confort térmico a lo largo de todas las estaciones del año y, si lo combinas con paneles solares, la electricidad que utiliza la bomba de calor proviene de la energía solar. Por lo tanto, en este caso, estarías convirtiendo la calefacción por aerotermia de tu hogar en un sistema de climatización totalmente limpio, renovable y sostenible, reduciendo al máximo la huella de carbono. 

Otros beneficios de los sistemas de calefacción por aerotermia

Además de ser un sistema altamente eficiente y permitir una notable reducción de tu huella de carbono en la atmósfera, gracias a una menor emisión de gases de efecto invernadero, también permite ahorrar a medio y largo plazo, ya que, al depender en menor medida de las grandes compañías eléctricas, es posible amortizar la inversión.

Además, la calefacción de aerotermia es un sistema de climatización que, además de proporcionar agua caliente sanitaria, se puede combinar a la perfección con otros sistemas de climatización, como el aire acondicionado (tipo split, multi split o por conductos), los radiadores de pared o, por supuesto, el suelo radiante. Por ello, es posible disfrutar de un confort térmico sin precedentes en nuestro hogar al mismo tiempo que respetamos el medio ambiente y optamos por la sostenibilidad. 

Por último, pero no menos importante, es importante que tengas en cuenta que este tipo de instalaciones cuentan con el apoyo de los organismos públicos, como los gobiernos internacionales, nacionales, provinciales y municipales. Esto quiere decir que es probable que, para llevar a cabo la instalación de un sistema de calefacción por aerotermia en combinación con radiadores, suelo radiante o zonificación de aire acondicionado, puedes contar con incentivos fiscales, ayudas, subvenciones, etc. 

Estos organismos lo hacen, precisamente, con la intención de reducir la huella de carbono en la atmósfera y hacer la transición energética hacia un futuro más sostenible y respetuoso con el medio ambiente. ¡No lo pienses más! Reduce tu huella de carbono con los mejores sistemas de calefacción por aerotermia.