Desde Tsclima hemos decidido homenajear un acto tan histórico como determinante para nuestro gremio: LOS INICIOS DEL AIRE ACONDICIONADO.
La familia Thompson inició con objetivos muy definidos un invento que revolucionaría el mundo tal y como lo conocemos, sin éxito, ya que para aquellos tiempos, no era algo determinante un conducto que aspiraba el calor del ambiente mediante gases refrigerantes.
No fue hasta principios de 1900 cuando Willis Haviland Carrier inventó un aparato capaz de extraer la humedad del ambiente. Tal fue su efectividad que en 1906 se patentó, alcanzando un impacto comercial mundial.
Las fábricas de todo el planeta tierra demandaban aire acondicionado, ya que se descubrió que con su instalación, mejoraba la productividad y ambiente laboral, consiguiendo un repunte de beneficios estable.
El éxito fue tan inesperado como beneficioso, y en 1925 llegó el primero a nuestros hogares: se abría canal comercial doméstico.
A mediados del siglo XX, el gobierno estadounidense cerró un acuerdo con la compañía Carrier para creación de escuelas de formación adaptadas al aprendizaje de nuevos técnicos de mantenimiento, junto a las donaciones a la universidad de Cornell que pretendían informar sobre sus nuevos proyectos y abría el diálogo a nuevas ideas para su I+D.
El aire acondicionado ha sido, y sigue siendo, un invento que ha sido capaz de salvar vidas, por ejemplo, una ola de calor que a finales de siglo tuvo lugar en EEUU y que sin él, la cifra de muertos habría sido muy elevada.
Hoy en día se sigue estudiando la forma de poder mejorar aquella máquina, mimando aspectos muy importantes como la purificación del aire, la extracción efectiva, zonificaciones, etc.