Entre los principales sistemas de climatización que se utilizan en la actualidad tanto para el hogar como para una gran cantidad de empresas y negocios se encuentra la aerotermia. Esto se debe a que se trata de un sistema que consiste en aprovechar la energía del aire que se encuentra en el exterior para obtener calefacción o refrigeración dependiendo de la época del año.

Como hemos dicho, se trata de una de las soluciones actuales que más se suelen utilizar para mantener la temperatura de confort en todo tipo de ambientes. Asimismo, la aerotermia es capaz de generar calor y frío, llegando a mantener un rango de temperaturas de entre 18ºC y 21ºC. Esto se logra sin tener la necesidad de tener que quemar ningún tipo de combustible y ofreciendo un ahorro eléctrico significativo. 

Utiliza una unidad exterior y una interior y una bomba de calor reversible con un intercambiador de calor que permite realizar la transferencia de temperatura del aire del exterior hacia el interior. Precisamente esta bomba de calor reversible es el único elemento que necesita estar conectado a la red eléctrica, ya que el resto funciona de manera renovable y sostenible. 

Esta tecnología es la más recomendada porque proporciona un alto rendimiento energético y una excelente durabilidad. Además del ahorro, también contribuye a la conservación del medio ambiente gracias a la reducción de emisiones de CO2, ya que, como hemos dicho, es de los sistemas más sostenibles y eficientes en la actualidad. Por ello, en este artículo vamos a tratar de explicar por qué usar la aerotermia para empresas.

La aerotermia en la industria

Las instalaciones de aerotermia para empresas, al igual que ocurre con las instalaciones en el hogar, tienen numerosas ventajas y beneficios que se pueden aprovechar para el crecimiento empresarial. Entre ellas, podemos destacar, por ejemplo, que, gracias a la utilización de este sistema de climatización es posible disfrutar de un ahorro importante en el consumo de energía eléctrica, una reducción en las emisiones de CO2 y, por supuesto, una mayor eficiencia energética.

Ahora bien, aunque nos vamos a centrar en las ventajas más adelante, lo cierto es que debemos anotar algunas cuestiones que deben quedar bien claras al considerar la instalación de un sistema de aerotermia industrial. Sigue leyendo si quieres obtener más información al respecto. 

Las dimensiones y el diseño del edificio

Por ejemplo, lo primero que debes tener en cuenta son las dimensiones del edificio y cómo está diseñado. Es decir, es necesario que tengas en cuenta si el oficio está bien aislado y que no contiene puentes térmicos que produzcan pérdidas o fugas de temperatura hacia el exterior. Del mismo modo, debes tener en cuenta que dispone de los cerramientos adecuados, etc. 

La variación climática local

Otro aspecto importante que no debes pasar por alto es la variación climática a lo largo del año en la zona geográfica en la que se emplaza el edificio. Esto es importante, ya que, el funcionamiento de la aerotermia depende de la temperatura del exterior en las estaciones más extremas del año, tanto en invierno como en verano. 

No obstante, funciona mejor en zonas de clima templado, donde los veranos son cálidos y los inviernos no son demasiado fríos. Sin embargo, si tu empresa está ubicada en una zona donde las temperaturas son demasiado extremas, puede que existan otras opciones más apropiadas que la aerotermia. 

Requiere una inversión inicial

El coste de instalar un sistema de aerotermia para la industria puede resultar más elevado que la instalación de otros sistemas más tradicionales. Es cierto que tendrás que afrontar una inversión inicial bastante elevada, pero te aseguramos que, a corto plazo, empezarás a notar que tu empresa gasta una cantidad menor de energía eléctrica y que el coste de factura a final de mes es más reducido. Por este motivo, a medio plazo podrás amortizar por completo el coste de la instalación y, a largo plazo, la organización empezará a ampliar sus márgenes de beneficio. 

Ten en cuenta que necesita un mantenimiento

Los sistemas de aerotermia para empresas, al igual que los que instalamos en el hogar, requieren de revisiones periódicas y mantenimiento de forma regular. De esta manera, se pueden detectar problemas y repararlos antes de que se hagan patentes. Gracias a ello, podrás evitar averías que afecten a la productividad de tu empresa y conseguirás alargar la eficiencia y la durabilidad de tu sistema de climatización industrial.  

No pierdas de vista la normativa local

Al igual que sucede con otras instalaciones, es necesario tener en cuenta que existe una normativa local que regula este tipo de acciones dentro del término municipal o autonómico. Por ello, para realizar la instalación y cumplir con la legalidad, en determinados casos, puede que necesites ciertos permisos. 

Asimismo, puede que debas presentar el proyecto al ayuntamiento y este puede exigir que se cumplan ciertos requisitos a la hora de materializarlo en el entorno industrial. De no hacerlo, puede que la empresa se enfrente a multas y sanciones, por lo que es recomendable que no pierdas de vista este punto. 

¿Qué ventajas tiene la aerotermia para empresas?

Como hemos comentado a lo largo de este artículo, la aerotermia en la industria tiene numerosas ventajas. Entre ellas, por ejemplo, podemos destacar que es un sistema de alta eficiencia energética y con menores costes de explotación. Asimismo, es un método de climatización bastante sencillo de instalar y que se puede combinar con otras instalaciones de climatización. 

Además, con la aerotermia para empresas se puede obtener calefacción en invierno y refrigeración en verano para que el ambiente de las distintas estancias siempre esté a una temperatura de confort gracias al uso de una bomba de calor reversible, lo que permite invertir el ciclo. Es posible instalarlo en espacios reducidos, debido a que las dos unidades no suelen tener un tamaño demasiado grande. 

Del mismo modo, al apostar por una instalación de aerotermia industrial, estás apostando por un sistema de climatización que se puede amortizar a medio plazo ya que cuenta con una elevada etiqueta energética. Esto se debe a que no utiliza gas natural para funcionar y que la cantidad de energía eléctrica que consume es bastante escasa, por lo que también destaca por ser bastante sostenible y por su contribución a la salvaguarda del medio ambiente.

Esto se debe a que es capaz de reducir las emisiones de CO2 hasta un 70%, siendo, al mismo tiempo, más sostenible que los medios de calefacción y refrigeración convencionales. Por todos estos motivos, podemos decir que se considera uno de los mejores sistemas que se pueden utilizar tanto en el hogar como en el ámbito industrial.