Es una realidad que, durante los últimos años, las temperaturas extremas se han vuelto cada vez más frecuentes, especialmente, durante la época de verano. Por este motivo, contar con un sistema de climatización eficiente resulta fundamental para garantizar nuestro confort. Es decir, que tanto en nuestros hogares como en la oficina, disponer de una solución que permita mantener una temperatura de confort durante todo el año resulta fundamental para garantizar nuestra comodidad en el día a día, tanto para descansar como para afrontar las tareas diarias en espacios de trabajo.
Actualmente, existen múltiples alternativas como radiadores el suelo radiante, o la aerotermia, cada uno con sus ventajas dependiendo del contexto en que los vayamos a utilizar. Entre todos ellos, el aire acondicionado destaca ser un sistema de climatización eficaz, eficiente y muy versátil. Su funcionamiento se basa en la transferencia de energía térmica gracias a un circuito cerrado por el que circula un líquido o gas refrigerante, que se somete a un ciclo continuo de compresión y expansión para poder extraer el frío o el calor de los espacios interiores dependiendo de la época del año en que nos encontremos.
Por este motivo, saber cómo funciona el aire acondicionado y dónde debemos poner tanto su unidad interior como exterior, no es una cuestión sin importancia. Una ubicación adecuada de la unidad exterior puede suponer una diferencia considerable en cuanto a rendimiento, eficiencia energética y durabilidad del sistema. A continuación, analizamos por qué es tan importante y qué debes tener en cuenta.
¿Qué es la unidad exterior del aire acondicionado?
Podemos decir que la unidad exterior es, a grandes rasgos, la parte más importante del sistema de cualquier aparato de aire acondicionado. En los modelos split, multisplit o por conductos, esta parte del equipo tiende a ser de mayor tamaño y suele estar diseñada para instalarse al aire libre. Contiene los principales componentes que hacen posible el intercambio térmico: el compresor, el condensador, el ventilador y la válvula de expansión. Todos estos elementos trabajan conjuntamente para cambiar de estado el gas refrigerante y facilitar su recirculación por todo el circuito para que pueda seguir absorbiendo la temperatura de las estancias interiores.
Esta unidad se comunica con el interior a través de una red de tuberías de cobre que conectan ambas partes, permitiendo que el gas refrigerante pueda fluir adecuadamente. Es por eso que, cuando se trata de aire acondicionado, dónde ponerlo afecta directamente a la eficiencia y correcto funcionamiento de todo el sistema. Si la unidad exterior no es capaz de disipar bien el calor, todo el sistema empezará hacer un sobreesfuerzo, por lo que se puede estropear antes y consumir una mayor cantidad de energía.
¿Dónde poner el aire acondicionado exterior?
Muchas personas suelen tener dudas respecto a dónde poner aire acondicionado exterior. En este caso, lo primero que debemos decir es que este equipo necesita ubicarse en un lugar bien ventilado, a la intemperie, y protegido de factores externos que puedan comprometer su funcionamiento. La opción más recomendable suele ser instalarlo en una terraza, balcón, azotea o patio. Estas ubicaciones permiten una buena circulación del aire, lo que resulta fundamental para evitar que este equipo se termine sobrecalentando.
En ciertos edificios, también es posible instalarlo en la fachada, pero esta opción debe realizarse con mucha precaución. Esto se debe a que, en la actualidad existen normativas municipales que regulan la instalación de equipos de climatización visibles desde el exterior, por lo que antes de decidir dónde poner el aire acondicionado exterior, conviene consultar la legislación vigente en tu municipio para evitar sanciones o tener que realizar una reubicación posteriormente.
No olvides que debe instalarse cerca de un desagüe
Durante su funcionamiento, la unidad exterior genera agua como resultado de la condensación, por lo que es necesario evacuarla de manera eficiente. Además, conviene que esté ubicada en un lugar donde no esté expuesta directamente al sol durante muchas horas del día. Cuando la luz del sol incide con intensidad sobre la unidad, ésta puede calentarse excesivamente, lo que puede afectar a la temperatura del gas refrigerante, entorpeciendo el funcionamiento del sistema y reduciendo notablemente el rendimiento del mismo.
Si te estás preguntando sobre el aire acondicionado y dónde ponerlo para que sea realmente eficiente, debes tener en cuenta también los elementos estructurales del espacio: el soporte debe ser firme, estable y permitir un acceso sencillo para los técnicos en futuras revisiones o tareas de mantenimiento. No olvides que cuando disponemos de un equipo correctamente instalado, además de funcionar mejor alcanzando la temperatura de confort, también reducimos su gasto energético y aumentamos su vida útil.
El impacto de una mala ubicación
Si no elegimos correctamente el lugar donde instalar la unidad exterior puede provocar múltiples inconvenientes. Por ejemplo, si la ubicamos en un sitio cerrado o sin ventilación, el calor expulsado por el condensador se puede acumular en el interior del equipo, generándose un efecto de recirculación térmica. Es decir, el aparato vuelve a absorber aire ya caliente, disminuyendo, así, su capacidad de refrigeración.
También puede pasar que la exposición directa a la lluvia, al polvo o a la radiación solar deteriore sus componentes más rápido de lo esperado. Del mismo modo, una instalación sin absorbentes de vibraciones en una pared delgada o con poca sujeción puede provocar ruidos molestos y problemas estructurales con el tiempo. En este caso, es probable que tengas problemas para descansar cuando esté en marcha e incluso que termines molestando a tus vecinos.
En zonas donde las temperaturas son especialmente elevadas, como sucede con el aire acondicionado en Valencia durante los meses de verano, una mala ubicación puede marcar la diferencia entre disponer de un ambiente agradable o uno sofocante. Además, si el sistema trabaja sobre forzado, el consumo energético también se dispara, lo que se traduce en un cremento de la factura de la luz y en un mayor impacto ambiental de nuestra vivienda o negocio.
Consejos finales sobre el aire acondicionado: ¿dónde ponerlo?
Si has llegado hasta aquí, seguramente ya tengas claro que la eficiencia de un sistema de climatización no depende únicamente del modelo que elijas, sino también de cómo y dónde lo instales. En resumen, a la hora de decidir sobre el aire acondicionado y dónde ponerlo, es fundamental que optes por un lugar bien ventilado y protegido de los rayos del sol directos, ya que esto mejora el rendimiento del equipo.
Además, el soporte debe ser firme y contar con suficiente espacio alrededor para permitir una circulación adecuada del aire. También es importante evitar zonas expuestas a lluvias intensas o susceptibles de acumular hojas, polvo o suciedad, lo que también podría afectar al funcionamiento del sistema. Del mismo modo, también debemos recordar que antes de instalar la unidad en cualquier fachada visible, conviene que revises la normativa legal para asegurarte de que la instalación cumple con los requisitos legales.
Por último, es esencial realizar la instalación en un lugar que permita realizar revisiones periódicas y tareas de mantenimiento sin dificultades. Una buena planificación desde el inicio garantiza un sistema más eficiente, duradero y seguro. Una instalación correcta no solo garantiza una mejora en el rendimiento inmediato del equipo, sino que también evita sobrecargas de trabajo y de temperatura, minimiza ruidos, reduce el desgaste y amplía la vida útil del sistema. En TSclima, especialistas en soluciones de climatización vanguardistas, siempre aconsejamos que esta parte del proceso la lleven a cabo técnicos cualificados. Solo así podrás disfrutar del máximo confort con un consumo energético responsable y eficiente.