Un aire acondicionado es un aparato que permite expulsar aire a una temperatura diferente en el interior de la vivienda o local, en cuyo interior se encuentra instalado. Pero para poder crear esa diferencia de temperatura entre el aire del exterior y el que se expulsa en el interior hay que atender a una serie de procesos por los que pasa el aire.

Estos procesos producen, de forma natural y por el propio cambio de temperatura, residuos líquidos que deben ser expulsados. Los aparatos de aire acondicionado Split, por ejemplo, requieren de un recipiente en el que depositar el agua de la canaleta durante el tiempo en el que el dispositivo permanezca en funcionamiento.

A pesar de que esa fuga de agua es normal, ya que debe ser evacuada como parte del ciclo de producción de aire frío, en ocasiones es posible que estos aparatos presenten fugas de agua que sí deben ser tratadas, y en ocasiones hasta pueden requerir labores de reparación.

Pero, ¿por qué sale agua del aire acondicionado? ¿Es necesario avisar a un técnico si el aire acondicionado tira agua por delante? ¿Cómo se debe actuar si el aire acondicionado pierde agua, pero no estamos seguros de si es una fuga normal o no? Te vamos a sacar de dudas.

¿Por qué sale agua del aire acondicionado?

Básicamente, hay que remitirse a las leyes de la termodinámica para comprender el impacto que tiene la temperatura en los cambios ambientales y las formas en las que se puede manifestar la alteración en la misma.

Teniendo en cuenta que un aparato de aire acondicionado es un dispositivo en el que se producen cambios de temperatura del aire, es normal que haya agua procedente del aire acondicionado en el extremo del pequeño tubo que sobresale al exterior.

Ahora bien, es el agua que sale del interior la que nos debe preocupar. Y es que lo que no es tan normal es que el aparato presente fugas en la parte anterior del aparato, que es por donde el aire es expulsado. Si el aire acondicionado pierde agua por la unidad interior puede deberse a varios factores, desde un embozo o una obstrucción en el conducto hasta escasez de gas refrigerante o problemas para desaguar los residuos líquidos.

También pueden aparecer problemas asociados si el aire acondicionado pierde agua, como aparición de hielo o expulsión de residuos sólidos incrustados en el interior del dispositivo.

En todos los casos, y para garantizar la seguridad de todos los presentes como la integridad del propio aparato, es necesario recurrir a los servicios de un equipo de profesionales para manipular el aparato como es debido, identificar de manera rápida el problema y poder darle solución a la mayor brevedad posible.

Cómo recoger el agua del aire acondicionado

El agua del aire acondicionado puede ser un problema si se pierde de manera descontrolada o se forma embudos. Y es que los atascos son más comunes de lo que parece, sobre todo si tenemos en cuenta que el agua del aire acondicionado no es limpia, sino que arrastra una serie de residuos que pueden llegar a solidificarse y obstruir los canales de salida.

Si hablamos del agua que el dispositivo expulsa en el exterior, es necesario que se conduzca hacia un desagüe. También es importante que no se derrame para que no se filtre por juntas de cemento deterioradas o por elementos arcillosos que se acaben disolviendo como consecuencia de su exposición al agua, por lo que las condiciones del entorno son importantes a la hora de definir un plan para evacuar el agua.

En los pisos, sobre todo aquellos que cuentan con balcones, es habitual encontrar pequeños cubos que recogen el agua acumulada y son retirados una vez se llenan. Es un buen remedio para evitar inundaciones en los balcones, así como evitar que el agua sea evacuada sin control en zonas de paso público.

Sin embargo, es el agua que el aire acondicionado tira por delante la que debe ponernos en alerta, por poca que sea. Y es que, ante la más mínima presencia de agua en el aparato interior, hay que tomar medidas para evitar su acumulación.

Aunque menos grave, los problemas derivados de la escasez de gas refrigerante conviene solucionarlos a la mayor premura, dadas las carencias que produce este hecho en el rendimiento del propio aparato. Si sale agua del aire acondicionado y no se ha determinado el origen, siempre hay que acudir a un equipo de expertos para tratar de poner solución a un problema que, casi siempre, requerirá de manos expertas para verse subsanado.

Además, las fugas de agua pueden tener consecuencias desastrosas para algunos componentes del propio aparato. Puede propiciar la oxidación de algunos componentes, acelerar el deterioro de otros y causar problemas de salubridad en las entrañas del dispositivo.

Puede proliferar el moho y la suciedad puede verse extendida, así como los patógenos que pueden encontrarse en suspensión en el aire, por lo que es vital llevar a cabo las adecuadas medidas de mantenimiento e higiene de cara a conservar en un estado óptimo el aparato de aire acondicionado y evitar, en el futuro, nuevas fugas de agua en la unidad interior.