Las naves industriales son edificios que se utilizan para la realización de distintas actividades de producción, fabricación, almacenaje o distribución de todo tipo de materias primas y productos variados. 

Suelen ser edificios de grandes dimensiones que se construyen en poco tiempo y cuyos materiales de construcción son lo suficientemente ligeros, como el acero, como para darle a su interior un aspecto diáfano y despejado. Por ello, se suelen separar en distintas naves separadas por finas columnas de acero. 

Este tipo de arquitectura de las naves industriales bebe directamente de la arquitectura del hierro, una técnica constructiva y un estilo arquitectónico que tuvo origen en el siglo XIX. Así pues, el modelo de separación por naves de este tipo de arquitectura industrial se inspira directamente en la construcción de las catedrales y de las iglesias con varias naves, pero haciendo el espacio mucho más ligero y más diáfano. 

Ya que el hierro o, en este caso, el acero, permite liberar el espacio de la pesadez de las pesadas columnas de piedra que existían entonces y así crear espacios tan despejados como la Galería de las Máquinas de la exposición Universal de París de 1889, que proyectaron y construyeron Ferdinand Dutert y Victor Contamin. 

De esta manera, se puede aprovechar al máximo las posibilidades del espacio para la ubicación de todo tipo de maquinaria pesada para la realización de tareas varias de producción o fabricación en serie. 

Aunque esto supone una gran ventaja, lo cierto es que tiene su desventaja, ya que son espacios que, tanto por ser muy abiertos y diáfanos como por los materiales empleados en su construcción, suelen tener temperaturas muy extremas en su interior, tanto en invierno como en verano. 

Esto es un problema, precisamente en aquellas naves industriales en las que se requiere ciertas condiciones de temperatura y humedad para el correcto desarrollo de ciertos tipos de industria, así como para el confort térmico de los trabajadores y trabajadoras que desarrollan su actividad en ellas. 

¿Qué es el aire acondicionado?

El aire acondicionado, como tal, es un invento que se inventó a principios del siglo XX, en Estados Unidos, precisamente con la intención de ser utilizado en las naves industriales durante el verano. Ya que la temperatura era tan elevada que, durante unos meses del año, la producción y la fabricación en serie de alimentos y productos estaba prácticamente obligada a ralentizarse. 

Gracias a ello, el invento fue todo un éxito. Y, posteriormente, en los años 50 del siglo XX, tras la Segunda Guerra Mundial, el aire acondicionado, de origen industrial, se adaptó para doméstico y se popularizó rápidamente, lo que resultó un gran éxito de ventas. 

Así pues, actualmente los aparatos de aire acondicionado suponen uno de los sistemas de climatización que más se emplean en la actualidad para lograr las condiciones de temperatura y humedad más adecuadas en todo tipo de espacios interiores. Estos sistemas de climatización se encargan de extraer el calor del aire de una estancia o habitación y lo expulsa al exterior mediante el uso de una bomba de calor reversible. Por ello, se pueden utilizar tanto en verano como en invierno, ya que pueden utilizarse para proporcionar calor como frío. 

Su funcionamiento técnico se basa en el uso de un líquido refrigerante que absorbe el calor del ambiente en un evaporador. El aparato devuelve a la habitación el aire enfriado que ha absorbido y evapora el líquido caliente, convertido en gas, hasta un compresor. Este se encarga de elevar su presión para que se eleve todavía más su temperatura y que llegue en forma de gas hasta un condensador, donde se enfría, regresando a su estado líquido inicial.

El líquido regresa en esta fase a su estado inicial, pero todavía está demasiado caliente como para absorber de nuevo el aire caliente de la estancia. Por ello, se utiliza una válvula de expansión que reduce la presión de manera que se enfría rápidamente para que este pueda seguir absorbiendo la temperatura del aire caliente de la estancia. Es un proceso cíclico que se repite sin parar mientras el aparato se encuentra en funcionamiento. 

¿Cómo debe ser el aire acondicionado para una nave industrial?

Una vez visto el funcionamiento básico de un sistema de aire acondicionado, debes saber que el aire acondicionado que se aplica en una nave industrial funciona de una manera muy similar, pero está preparado para cubrir espacios mucho más grandes que, por ejemplo, el interior de nuestro salón.

Así pues, existen distintos sistemas de aire acondicionado que se adaptan a las necesidades y exigencias de los usos a los que se le da a cada nave industrial al tiempo que se busca el mejor equilibrio entre el confort y la eficiencia energética. Entre estos distintos sistemas, podemos encontrar los siguientes:

Aire acondicionado industrial de enfriadora

Se trata de un sistema que se suele utilizar en naves industriales de gran tamaño y que requieren el uso simultáneo de climatización y de agua caliente sanitaria. Este sistema funciona enfriando el agua mediante intercambio térmico con el líquido refrigerante para enviar el aire a través de una unidad manejadora de aire a todos los espacios. Por ello, resulta un método mucho más eficiente que una torre de enfriamiento.

Aire acondicionado tipo Split

Es el sistema básico del que hemos hablado en los apartados anteriores y consta de una unidad interior y una exterior. Funciona absorbiendo la temperatura del ambiente y transmitiéndola a un líquido refrigerante, que se somete a un proceso de enfriamiento para poder seguir absorbiendo el calor del interior de la estancia para proporcionar aire fresco gracias al uso de un ventilador que se encuentra en la unidad interior. 

Aire acondicionado tipo multi-split

Este sistema de climatización por aire acondicionado funciona de la misma manera que el anterior, pero dispone de varias unidades. Es decir, tiene una unidad en el exterior y dos o más unidades en el interior que sirven para controlar la temperatura de distintas estancias o espacios. 

Sistemas VRF o VRV de aire acondicionado industrial

Este sistema es similar al multi-split, pero su sistema es más complejo, ya que, aunque también dispone de una única unidad en el exterior, las unidades interiores pueden trabajar de manera independiente. De esta forma, consigue que algunos equipos se puedan utilizar en modo refrigeración mientras que otros pueden funcionar en modo calefacción al mismo tiempo. 

Aire acondicionado industrial por conductos (zonificación)

Es tal vez uno de los sistemas más eficientes, ya que dispone de una unidad en el interior y otra en el interior, que está introducida en una red de túneles o conductos. Gracias a ello, con sólo dos unidades y la aplicación de un termostato en cada uno de los espacios, se puede elegir la temperatura más adecuada para cada una de ellas. 

¿Qué aire acondicionado es mejor para una nave industrial?

Como se suele decir, no existe una respuesta cerrada. Dependiendo de las características de la propia nave industrial y de las actividades que se desarrollan en su interior necesitarás unas condiciones u otras. En este aspecto es importante tener en cuenta si la nave industrial está separada en varios espacios o está formada por una única estancia.