Los sistemas de climatización han llegado para quedarse a convivir con nosotros y, de hecho, muchas personas ya no podríamos vivir cómodamente sin los elevados niveles de confort que proporcionan. Desde los aparatos de aire acondicionado hasta los distintos sistemas de climatización que podemos encontrar en el mercado, en la actualidad disponemos de aparatos que funcionan de maravilla y que, además cumplen con los niveles mínimos de eficiencia energética. 

Por este motivo, ayudan a ahorrar electricidad y, como consecuencia directa, también nos ayudan a ahorrar bastante dinero en la factura de la luz a final de mes. De hecho, en la actualidad, la eficiencia energética es precisamente el objetivo principal que queremos alcanzar como sociedad para poder alcanzar un desarrollo sostenible y en consonancia con el medio ambiente sin renunciar en absoluto al confort y a la comodidad. 

Después de todo, en la actualidad nos encontramos con grandes desafíos que debemos combatir, como, por ejemplo, el calentamiento global y el cambio climático. Por ello, en este artículo vamos a hablar de uno de los sistemas de climatización más efectivos y demandados del mercado: el suelo radiante. Vamos a tratar de explicar qué es y cómo funciona, así como los distintos tipos que puedes encontrar en el mercado. Así que, si quieres saber más sobre este tema, te recomendamos seguir leyendo para no perderte absolutamente nada. 

¿Qué es el suelo radiante?, características y ventajas

El suelo radiante es un sistema de climatización que proporciona una distribución homogénea de la temperatura en los distintos espacios del interior del hogar. Es capaz de hacer que todo el hogar se encuentre a una temperatura perfecta para vivir durante todo el año, ya que el calor y el frío se propagan de abajo arriba. 

Este sistema de climatización está formado por una red de tuberías o de alambres calefactores recubiertos por una malla radiante que se conectan a una fuente de energía para transferir calor al suelo que pisamos gracias al principio de conducción. Estas tuberías o alambres trasladan el calor al suelo, lo que permite calentar la habitación de una manera rápida hasta alcanzar una temperatura confortable. 

Entre las principales ventajas de este sistema de climatización podemos nombrar que consigue unos niveles elevados de eficiencia energética, ya que reduce el gasto en el uso de la calefacción. De la misma manera, también debes saber que, gracias a la forma en que se calienta la estancia no se producen corrientes de aire. 

Por este motivo, se acumula una menor cantidad de polvo procedente del exterior, lo que permite disfrutar de un aire más limpio. Asimismo, tiene la ventaja de que su instalación es totalmente invisible, ya que se encuentra bajo las baldosas del suelo, y proporciona una regulación automática de la temperatura. Se acabó el sentir los pies helados cuando te levantas de la cama en invierno. 

Asimismo, también debemos destacar el alto nivel de confort térmico muy superior al que ofrecen el resto de sistemas de climatización. De la misma manera, también es destacable el ahorro de espacio que proporciona en el hogar gracias a que es un sistema que se instala en el suelo y queda oculto a la vista. Esto es una ventaja, por ejemplo, frente a los sistemas que usan radiadores.

Características del suelo radiante eléctrico

El suelo radiante eléctrico es uno de los sistemas de calefacción más eficientes, limpios, silenciosos, en los que no se acumula el polvo ni producen malos olores. Este método de calefacción está compuesto por una red de cables eléctricos o alambres de diámetro pequeño con una malla radiante que los recubre. Esta red se extiende bajo todo el suelo del hogar y transmite el calor al suelo que queda encima. Estos cables están conectados a una fuente de alimentación eléctrica y proporcionan a toda la vivienda una temperatura de confort constante. 

Su principal ventaja del suelo radiante eléctrico es que se trata de un sistema de calefacción de bajo consumo y larga duración, sobre todo, si realizas una inversión para instalar un equipo de bajo consumo. Este sistema genera un gran ahorro energético, ya que los cables eléctricos resisten el paso del tiempo y no se producen pérdidas de calor. 

Además, como hemos comentado antes, tiene varias ventajas, como, por ejemplo, el hecho de que su instalación es muy sencilla, que apenas utiliza espacio y que es un sistema bastante silencioso. Por ello, el suelo radiante eléctrico es ideal para instalarlo en cualquier hogar. Del mismo modo, es un método muy útil para regular la temperatura de una manera más precisa para alcanzar el confort térmico. 

Sin embargo, este sistema únicamente es útil para los meses más fríos del año, ya que el suelo radiante eléctrico sólo es capaz de producir calor, puesto que es un sistema únicamente de calefacción y no de refrigeración. Del mismo modo, pese a que puedes encontrar este tipo de sistemas con equipos de bajo consumo, dicho consumo sigue siendo bastante excesivo si lo comparamos con otros métodos que se utilizan en la actualidad. 

Características del suelo radiante de agua

El suelo radiante de agua es una solución que, pese a que en rasgos similares es muy similar, tiene características distintas. Al igual que la anterior es un sistema eficiente que utiliza la inercia térmica del agua para proporcionar calefacción y refrigeración de una manera homogénea y sin generar ruido. 

En este caso se trata de un sistema de tuberías de distribución que contienen agua caliente o fría a una presión moderada y que se ubica bajo el suelo del hogar y que normalmente se recubre con una capa de hormigón sobre la que se instala el propio suelo. Hace algunos años este método únicamente funcionaba gracias a una caldera con un termostato. Sin embargo, en la actualidad se están imponiendo los sistemas de aerotermia. 

Es decir, el suelo radiante de agua es un método muy eficiente, especialmente si se combina con un sistema de aerotermia con bomba de calor reversible para proporcionar refrigeración en verano y calefacción en invierno. De esta manera, puedes disponer de la temperatura perfecta al alcance de tu mano durante todos los meses del año. 

Por este motivo, este sistema de climatización es perfecto para ahorrar energía eléctrica, ya que la aerotermia se considera un tipo de energía renovable, por lo que permite reducir el consumo eléctrico obtener la energía simplemente con la diferencia de la temperatura del aire que existe entre el interior y el exterior de tu vivienda. 

En este sentido, puedes ahorrar bastante dinero en la factura de electricidad a final de mes, ya que, tan sólo consume un poco de electricidad la bomba de calor, que necesita estar conectada a la red eléctrica para funcionar. Por lo demás, es un sistema que tiene grandes ventajas, pese a que la regulación de la temperatura puede resultar un poco más lenta que en los sistemas eléctricos. 

¿Qué es mejor, el suelo radiante eléctrico o el suelo radiante de agua?

Antes que nada, debemos decir que el suelo radiante siempre es una buena idea para disfrutar de una temperatura de confort en nuestro hogar con independencia de si es eléctrico o de agua. De hecho, estos elevan la comodidad del hogar hasta niveles nunca antes vistos en la historia de la humanidad. 

Sin embargo, a lo largo de este artículo hemos visto algunos de los puntos más fuertes y débiles tanto del suelo radiante eléctrico como del suelo radiante de agua. Y en este sentido, aunque ambas son dos excelentes opciones, creemos que el de agua ofrece mejores prestaciones, especialmente si lo combinamos con un sistema de climatización de aerotermia. Es un método que, pese a que puede funcionar de manera un poco lenta, los niveles de confort son mayores, ya que puede proporcionar tanto refrigeración en verano como calefacción en invierno gracias al uso de una bomba de calor reversible, como hemos comentado varias veces.

Del mismo modo, el suelo radiante de agua también es mejor que el suelo radiante eléctrico desde el punto de vista de la eficiencia energética. Gracias a su uso, podrás ahorrar bastante electricidad al cabo del mes. Esto supone, sin lugar a dudas un ahorro importante a final de mes y, al mismo tiempo, estás contribuyendo a la salvaguarda del medio ambiente, ya que contribuyes a la reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera al no depender tanto de las compañías eléctricas.